Soñar con un gato negro indica que habrá grandes disputas en casa y la presencia de una persona que causa negatividad, provocando grandes desacuerdos entre hermanos. Es necesario alejar a esta persona del hogar para evitar que los acontecimientos se intensifiquen.
Soñar con un gato amarillo simboliza que te enfrentarás a una persona engañosa, un suceso que nunca esperarías de esa persona. Se interpreta como una gran lucha y una intensa rivalidad, tras la cual se alcanzará la tranquilidad; el individuo caerá en la trampa que él mismo ha cavado.
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