Paulo Coelho

Paulo Coelho nació en Brasil, en Rio de Janeiro. Cuando era joven, quería ser escritor. En ese momento, cuando expresó su deseo de convertirse en escritor, su madre le dijo: "Querido, tu padre es ingeniero. Tiene una mente lógica y educación. ¿Sabes cómo son los escritores?" Coelho concluyó luego que el escritor "siempre usaba gafas y no se peinaba" y estaba "obligado a no ser comprendido por sus nietos". La privacidad de Paulo y su oposición al pensamiento tradicional llevaron a su familia a tomar una terrible decisión: cuando tenía 16 años, fue ingresado en un hospital psiquiátrico, y escapó tres veces del hospital hasta que cumplió 20 años. Coelho más tarde dijo: "Esto no significaba que mi familia no me quisiera, simplemente no sabían qué hacer. Lo hicieron para protegerme, no para destruirme".

Siguiendo el deseo de su familia, Paulo continuó con sus estudios de derecho. Un año después, comenzó una vida hippie y se unió a la cultura de las drogas de los años 60, viajando por Sudamérica, África del Norte, México y Europa. Antes de regresar a Brasil, Paulo Coelho escribió música para Alice Regina, Rita Lee y la estrella brasileña Raul Seyshas. En 1974, el ejército en el poder lo arrestó bajo el cargo de "vandalismo", y sus poemas fueron considerados izquierdistas y peligrosos. Antes de convertirse en escritor, Coelho también trabajó como actor, periodista y director de teatro.

En 1986, tuvo un punto de inflexión en su vida: recorrió el Camino de Santiago, un camino de 500 millas en el noroeste de España. Durante el viaje, Coelho despertó y plasmó sus emociones en su obra autobiográfica "El Peregrino" (Diario de un mago). En una entrevista, dijo: "(En 1986) Estaba muy contento con lo que había hecho. Como mencioné en "El Alquimista", estaba ocupado con cosas que me proporcionaban agua y comida; tenía trabajo, tenía a alguien que amaba, tenía dinero, pero no pude cumplir mis sueños. Incluso hoy, mi mayor sueño es ser escritor". A pesar de ganar mucho dinero por las letras de sus canciones, decidió abandonar el arte y dedicarse completamente a la escritura.